Nabokov tenía razón
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"Su amor al dinero era tan grande como su amor a mandar, y sabía tan bien ahorrar el suyo como gastar el de los amigos" XD |
Mansfield Park es mi
primera aproximación a la obra de Austen. Antes de dar con este libro, para mí
Jane Austen era algo así como una escritora victoriana de romances cursis que
no me iban a gustar. No sé muy bien por qué pensaba eso, pero lo que sí sé es
que dichos prejuicios me impedían acercarme a una autora, comprobado ya, de
gran envergadura. Di con Mansfield Park
a través del libro Curso de literatura
europea de Vladimir Navokov, un libro donde están transcritas las clases
que impartía Navokov en las universidades de Wellesley y Cornell y donde analizaba a fondo varios
clásicos que según él eran muy representativos de la tradición literaria
europea. Como siempre he pensado que debería haberme decantado por las letras
en lugar de las ciencias a lo que a formación se refiere, ahora intento suplir
eso leyendo libros como este, y decidí que iría leyendo dichas obras al ritmo
de sus clases. Como si fuera uno de sus alumnos.
Mansfield Park puede resumirse en apenas unos párrafos. Todo
empieza cuando Fanny Price, una más de las hijas de la empobrecida señora Price, es
adoptada por sus tíos, los Bertram, ricos y de clase alta, como acto de caridad.
La acogerán, la educarán y, en definitiva, le darán esa vida a la que nunca
podría haber aspirado de otro modo. Pese a la frialdad y la falta de tacto de
la familia de sir Thomas, Fanny encontrará consuelo en su primo William, con el
que establecerá una estrecha relación de afecto. A partir de aquí, poco a poco
irá encontrando su lugar y será testigo de las relaciones que se establecerán
entre los Bertram y los dos miembros de la familia Crawford que se trasladarán
a vivir cerca de Mansfield.
Si en algo destaca Mansfield Park deliciosamente es en
retratar la personalidad frívola y vanidosa, calculadora y a menudo ignorante
de muchos de sus personajes, encarnada al principio por las dos primas, y a
medida que la novela va avanzando, por los hermanos Crawford. Son los villanos
de la función, pero lo son de una manera sutil e insidiosa, y por mucho que
Edmund no lo vea así, saben perfectamente lo que hacen la mayor parte del
tiempo, pero eso no quita que dejen entrever sentimientos puros y sinceros.
Porque Henry y Mary Crawford son esos villanos tridimensionales que, aunque no
lo veamos por escrito y ni siquiera lo sepan ellos mismos, se debaten
internamente por dos maneras de ser: la que les hace ser vanidosos, engreídos y
seguros de sí mismos; y la que les hace sentir amor verdadero al margen de
cualquier otra condición, como el dinero o el prestigio. Y son interesantes
precisamente por eso: porque los ves oscilar entre una y otra faceta, a veces
de forma muy sutil y otras no tanto, y los ves igual de vulnerables que los
personajes protagonistas. Lo mejor de la novela, con diferencia, es el asedio
de Henry Crawford para conseguir la mano de Fanny Price y la resistencia que encuentra
por parte de ella, porque Fanny no es un ser vanidoso, estúpido o débil, sino
una persona íntegra, con una conciencia muy clara de lo que siente, pese a sus
dudas y temores, e incapaz de traicionar sus sentimientos para consigo misma y
para con los demás.
Por algunos críticos Fanny Price
es vista como una encarnación del ideal masculino: una persona dócil y pura de
afecto, sumisa, pero yo he acabado viendo una chica que ha vivido asustada
durante toda su infancia y moldeada por el ninguneo (aunque muchas veces
ejercido sin que se dieran cuenta) y la sumisión que se le ha exigido
continuamente, siempre recordándole que debía estar agradecida por todo, y esto
ha acabado por derivar en un gran sentimiento de culpa que le impide actuar con
contundencia.
Es esta una novela de personajes
y todo gira alrededor de ellos y la evolución que experimentan a raíz de la
interacción entre unos y otros. No ocurren grandes cosas, no hay grandes giros,
pero el estilo fluido de Austen hace que en ningún momento la narración decaiga
y que consiga mantenernos atrapados hasta prácticamente el desenlace; he aquí
el único fallo que se le puede achacar a esta novela: que las últimas veinte
páginas son atropelladas y Austen, que durante todo el transcurso de la novela
se tomaba su tiempo para que todos los giros argumentales y cambios en la
manera de pensar de sus personajes fueran lógicos y coherentes, de golpe y porrazo
deja a un lado todo eso, deja de mostrarnos lo que ocurre y hace que los
grandes giros del final, los que esperábamos como lectores, se sucedan uno
detrás de otro en boca del narrador, que los va enumerando todos y sin que
puedas ver la reacción de dichos personajes o que sean ellos mismos los que lo
cuenten todo.
Pese a este error puntual, Mansfield
Park es una novela grandiosa, excelentemente escrita, con personajes
tridimensionales e increíblemente bien perfilados.