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Daenerys, déjate de Meereens y más Ponientes |
El nivel de complejidad que alcanza este volumen de la saga es inconmensurable. Para el que está acostumbrado entrenado con "Canción de Hielo y Fuego" no supone un problema, pero para alguien al que no se le den bien memorizar miles de detalles, este libro será su némesis. Yo agradezco esa complejidad, las tramas enmarañadas con cientos de personajes pululando por ahí, la cantidad ingente de datos y situaciones y hechos históricos. Para mí es uno de sus puntos fuertes, pues novelas sencillas de fantasía las hay a raudales. En este libro la trama adquiere un realismo que no había visto en las demás entregas; realismo en el sentido de que todos los conflictos que contemplamos son harto complejos, como ocurriría en el mundo real. Los personajes pasan por dilemas donde ninguna solución es buena, donde tomar una decisión, cualquiera, beneficia a unos y acaba perjudicando a otros.
Pese a las numerosas tramas secundarias (y no por ello menos importantes), destacaría tres bloques principales. Por un lado tenemos al Lord Comandante de la Guardia de la Noche Jon Nieve y su disyuntiva sobre cómo afrontar el invierno y cómo gestionar el paso de los salvajes a través del Muro, que no pueden aguantar el avance de los Otros más allá del Muro, y que levantará más de una ampolla entre sus colegas; por otro, el arduo gobierno de Meereen por parte de Daenerys. La abolición de la esclavitud y haber arrasado las ciudades esclavistas ha provocado centenares de frentes abiertos: los yunkios y una alianza con otras ciudades del Este y grupos mercenarios tienen sitiada la ciudad, una epidemia de yegua clara está extendiéndose por el perímetro de la ciudad y contagiándolo a los meereenos, un bloqueo comercial ahoga la ciudad, la Arpía y otros grandes señores están provocando una guerra interna; y en tercer lugar, están los complicados movimientos tácticos entre Stannis y la alianza Bolton-Frey por el control de un Norte cada vez más inhóspito con la llegada del invierno. Esos tres frentes se van complicando cada vez más y más, añadiendo más personajes, situaciones, batallas, etc., hasta el punto que no sabes por dónde saldrá la historia de tan retorcida que está.
Y eso sin contar todas las otras tramas secundarias. El viaje de Tyrion por los territorios de más allá del mar Angosto es memorable; nos permite conocer muchas cosas de las Ciudades Libres y otros enclaves de los que no conocíamos aún nada, a la par que disfrutar de un personaje entrañable. El prólogo de Varamyr, brillante. Los primeros movimientos de Connington y el joven Targaryen con la Compañía Dorada preparando la invasión de los Siete Reinos auguran un desgaste monumental de Poniente y la rebelión latente de los Martell en el Sur, igual. Y luego está Arya y su aprendizaje en la Casa de Blanco y Negro, que cada vez es más siniestro, o Bran convirtiéndose en un hijo del bosque. Martin ensancha todo el retablo de intrigas y las eleva a otro exponente, a la vez que continúa ampliando la complejidad del vasto mundo que ha creado.
Pero lo que hace aún más grande esta saga son sus personajes. Martin es capaz de recuperar personajes que creíamos olvidados, como Theon Greyjoy, y casi todos los que salían en "Festín de cuervos", y darles un nuevo enfoque y ponerlos en situaciones que no habíamos visto con anterioridad. Porqué otra sorpresa es que "Festín de cuervos" sólo es contemporáneo a "Danza de dragones" en la primera mitad, aproximadamente. Sabe entretejer a la perfección los hechos vistos en el anterior libro con los de éste, pero no sólo eso, sino que retoma todos los personajes y continúa entrelazando la densa maraña. Los personajes son el paradigma de la escala de grises, desde hijos de puta consumados, como Ramsay Bolton (siempre recordaré el empalamiento y desollamiento de los pobres hombres del hierro de Foso Cailin), hasta...bueno, personajes con un porcentaje elevado de "bueno", como Jon o Daenerys. La riqueza de personajes, ya sean principales o secundarios, es infinita.
En definitiva, podría estar explayándome durante horas y horas y no acabaría de sacar a relucir todas las perlas de esta novela. El mundo que ha creado Martin es absorbente, sobre todo para aquellos que disfrutan de intrigas retorcidas, personajes con sus luces y sombras y complejos dilemas. Esta entrega, además, ofrece una complejidad y realismo muy superiores a los que veíamos en entregas anteriores y eso la enriquece.